EL CONFLICTO ÁRABE- ISRAELÍ


Vaya al Contenido

CREACIÓN DEL ESTADO DE ISRAEL


EL ORIENTE MEDIO EN LA I GUERRA MUNDIAL


El Imperio Turco otomano conquistó todo Oriente Medio (Palestina incluida) y lo tuvo en su poder hasta 1922. El colapso y la extinción del Imperio otomano fue consecuencia de la I Guerra Mundial. El gobierno cometió el error de entrar en la guerra del lado de los Imperios Centrales, y la derrota de Alemania significó el final de los otomanos. En 1923 se creó la República de Turquía

Gran Bretaña, que deseaba favorecer el levantamiento de los árabes contra los turcos para derrotarles y expulsarlos de la región al tiempo que proyectaba imponer su propio dominio sobre la zona por razones tanto políticas como económicas, estableció negociaciones con Hussein del Hedja
Hussein aspiraba a transformarse, con la ayuda británica, en el rey de una nación árabe, independiente y unida
Hussein proponía una alianza con un doble objetivo: la rebelión árabe contra los turcos, y su reconocimiento por parte de Gran Bretaña como "rey de los árabes". Inglaterra se vería comprometida después por sus promesas concernientes a la "liberación de los árabes".
En junio de 1916 se inició la "revuelta árabe" contra los turcos contando con la ayuda británica; entre otros, la del famoso Lawrence de Arabia
Desde comienzos de 1917 Gran Bretaña revela los verdaderos objetivos de su política en Oriente Medio contando con la colaboración de Francia:
1.- el control de los Santos Lugares
2.- la cooperación del sionismo internacional (Declaración Balfour)
3.- el dominio de los campos petrolíferos de Irak
4.- se eliminaban todos los obstáculos sobre la famosa "ruta de las Indias".

Gran Bretaña y Francia mantuvieron negociaciones (acuerdos Sykes-Picot) por la que los países árabes quedaban divididos en zonas de influencia británica y francesa
Pero los acuerdos Sykes-Picot entraban en contradicción con las promesas hechas a las aspiraciones nacionales árabes.


BAJO DOMINIO BRITÁNICO (1917-1948)


En 1917 se firma la Declaración Balfour por la que el gobierno britanico "considera favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío, y se esforzará todo lo que sea posible para facilitar la consecución de este objetivo"
Lo grave y contradictorio de este compromiso es que chocaba frontalmente con las promesas hechas casi de forma paralela al nacionalismo árabe (especialmente en la persona del rey Hussein) y con las esperanzas de amplios sectores del pueblo árabe que consideraban Palestina como territorio propio que habría de integrar la futura gran nación árabe, unida e independiente.
Se supone que Gran Bretaña nunca creyó en la creación de un estado judío sino que imagino que habría una minoría judía en Palestina que le sería manejable pero la aparición de Hitler cambia la situación.. Su radical antisemitismo provoca oleadas másicas de emigrantes judíos a Palestina
De esta forma, nacionalismo árabe y nacionalismo sionista estaban destinados a enfrentarse en Palestina
Al mismo tiempo de la firma de la declaración , el ejército británico iniciaba una ofensiva general en Palestina. De esta manera, Gran Bretaña hacia saber a los judíos de todo el mundo, contando con la aprobación y la adhesión de los aliados, como Francia y Estados Unidos, que las promesas de los políticos estaban apoyadas por la fuerza de las armas. Y ambas se orientaban en favor de la creación del Estado de Israel.
En la declaracion Balfour también se establecía "que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina"
En 1920 los árabes proclaman la independencia de dos reinos:
1. que comprendia los territorios de Siria, Líbano y Palestina, como monarquía constitucional, con Feysal, hijo de Hussein, como rey
2. Irak se proclamó igualmente reino, con Abdullah como soberano.
Sin embargo, en la línea de los tratados Sykes-Picot, Gran Bretaña y Francia se repartieron los territorios de este modo:
- Gran Bretaña: un Mandato sobre Palestina y Mesopotamia
- Francia uno sobre Siria y otro sobre Líbano

El Mandato francés debía ocasionar inmediatamente la desposesión de Feysal.


Animación que muestra la expansión del Imperio Otomano

Expansión del Imperio Otomano

Feysal tuvo que abandonar el país; su fracaso fue sentido por los árabes como una profunda humillación. La división del mundo árabe quedaba así consumada. Los árabes consideraron esta situación como una traición a las promesas que se les habían hecho y por las cuales habían prestado su apoyo a los aliados, extendiéndose entre ellos un inmenso sentimiento de frustración y cólera que iba a evidenciarse en las encarnizadas luchas posteriores por la independencia y la unidad, y que ha marcado hasta nuestros días al nacionalismo árabe.

Gran Bretaña prohibió a los judíos establecerse allí, dejando solamente la parte occidental del río Jordán para el desarrollo de un hogar nacional judío manteniendo una actitud ambigua, con periodos de favor y otros de obstáculo, de acuerdo con los intereses petrolíferos, que comenzaban a ser dominantes.
Entre 1919 y 1923, se produjeron enfrentamientos periódicos entre árabes y judíos. Los árabes insistieron en la derogación de la Declaración Balfour y su violencia contra los judíos era el medio de expresar su desacuerdo con la política británica.
En el año 1929 llegaron los incidentes y matanzas. El pretexto para que se produjeran tales estallidos de violencia fue la situación del Muro de las Lamentaciones. Los árabes alegaron que el lugar sagrado donde durante siglos se reunieron los judíos para orar, era también un lugar sagrado para ellos; ya que desde allí había partido el caballo del profeta Mahoma, al cielo. Algunos poblados judíos fueron ocupados y destruidos; otros tuvieron que ser evacuados por orden de las autoridades británicas.
Los desordenes de 1929 causaron la muerte a 133 judíos, de los 150.000 que había en el país por aquella época, y, asimismo un número parecido de árabes.
En 1933 hobo una oleada migratoria que creció en 1933 a raíz de la subida de Hitler al poder. Comprendió cerca de 165.000 personas en su mayoría provenientes de Alemania. Los recién llegados, muchos de los cuales eran profesionales y académicos, constituyeron el primer influjo en gran escala de la Europa Occidental y Central. Su educación, capacidades y experiencia elevó los niveles en el comercio, mejoró el bienestar urbano y rural y amplió la vida cultural de la comunidad.

A primeros de 1936, fue descubierto en el puerto de Haifa, un cargamento de armas de contrabando introducidas en el país por la Haganah, esto aumentó la desconfianza y preocupación árabe hacia los judíos y aumentó el pensamiento de que éstos pretendían hacerse con el dominio total de Palestina.
Como de costumbre, el mayor número de víctimas lo proporcionaron los judíos ortodoxos, ancianos e indefensos, de las ciudades santas. A medida que los incidentes se fueron extendiendo, zonas enteras del país cayeron bajo control árabe (triángulo Nablus, Jenin, Tulkarm y la zona de Hebrón).
Más tarde los judíos reaccionaron y se encerraron en una concha defensiva, construyendo más de cincuenta fuertes de hormigón armado (el muro Tegart) que rodeaban toda Palestina y dotándolos de una fuerza de policía. Aunque débilmente organizada e indiferentemente planeada y ayudada, se trataba de una rebelión general contra el gobierno británico, o, al menos, contra la política inglesa, cuyos objetivos o, más bien, víctimas eran la población judía y las autoridades británicas.
Por fin los ingleses reaccionaron, disolviendo el Alto Comité Árabe y dictando orden de detención contra el Mufti Hadj Amin Husseini, (culpable de todos los disturbios anteriores) y exiliando a cinco de sus miembros a las Islas Seychelles.
El Mufti huyó delante de la policía inglesa y se refugió en la Mezquita de Omar, el santuario más sagrado de los musulmanes en Palestina. Los ingleses no se atrevieron a penetrar en la mezquita por temor a promover un levantamiento "santo" en todo el mundo musulmán. Después de pasar una semana escondido, el Mufti se disfrazó de mujer y huyó a Jafa desde donde un bote le llevó al Líbano. Allí, ligeramente restringido por las disposiciones de las autoridades francesas, instigó el alzamiento
El 17 de mayo de 1939 el gobierno británico mediante El Libro Blanco McDonald :
- anula la Declaración Balfour,
- decreta drásticas limitaciones en las ventas de terrenos en Palestina a judíos
- se retringe la inmigración judía a 15.000 personas por año y para los siguientes 5 años, al final de cuyo periodo Palestina se convertiría en estado independiente, con su permanente mayoría árabe reflejada en las instituciones gubernamentales.

La Segunda Guerra Mundial representó un periodo de inquieta tregua entre los judíos y árabes de Palestina.
Los árabes se mostraban políticamente pacíficos, confiando en que la política del Libro Blanco expuesta por los británicos continuaría siendo su norma durante la guerra y particularmente después de ella, cuando se llevaran a cabo más convenios a largo plazo. La Agencia Judía, por otra parte, se mostraba amargamente frustrada por el Libro Blanco.
Unos 32.000 jóvenes judíos, hombres y mujeres de Palestina, se presentaron voluntariamente para prestar servicio en las Fuerzas Armadas británicas adquiriendo así valiosa experiencia en muchas facetas de la organización, logística y servicios de un ejército moderno.
Una de las consecuencias del holocasto nazi fue que los judíos y otras personalidades de los Estados Unidos se habían convertido de pronto en los dirigentes del movimiento sionista mundial, sin embargo los ingleses no consentían la entrada en Palestina a judíos.
La inmigración ilegal clandestina, creación de nuevas colonias, saqueos y ataques por parte del Haganah y del Palmach contra objetivos británicos (siempre que fuera posible evitando la pérdida de vidas humanas).
Finalmente, el ministro británico de Exteriores Bevin, estalló en una soflama antijudía y proclamó que la inmigración legal quedaba interrumpida definitivamente. La respuesta se la dieron los grupos clandestinos "Irgún" y "Stern".
Los británicos tenían el cuartel general en el ala derecha del hotel Rey David de Jerusalén. Este hotel estaba en la ciudad nueva; su parte posterior y sus jardines miraban a la muralla de la ciudad vieja. Una docena de "irgunistas", vestidos de árabes, introdujeron varias docenas de enormes bidones de leche en los sótanos del hotel y los colocaron debajo del ala derecha, debajo del cuartel general inglés. Aquellos bidones estaban llenos de dinamita. Los "irgunistas" colocaron los aparatos de relojería, despejaron el sector y telefonearon a los ingleses advirtiéndoles que abandonasen el edificio. Los ingleses se burlaron de tal posibilidad. ¡No se atreverían a atacar el cuartel general británico!.
A los pocos minutos se produjo una explosión que se oyó por todo lo ancho de Palestina. ¡El ala derecha del hotel Rey David, voló hecha migajas!.
En todos aquellos años, la inmigración fue incesante al igual que los ataques terroristas judíos a intereses británicos.
Así el 18 de febrero de 1947, cuando el ministro de Exteriores Ernest Bevin se irguió en la tribuna de oradores de la Cámara de los Comunes y anunció con fría resignación: "Hemos llegado a la conclusión de que la única conducta posible en la actualidad para nosotros es someter el problema de Palestina al juicio de las Naciones Unidas..... y que recomienden una solución". La inminencia de la llegada de la Comisión de las Naciones Unidas (UNESCOP) tendió sobre el país una calma intranquila.

Las probabilidades contra los judíos eran muchas. Irán era una nación musulmana. La India tenía mucha población musulmana: su delegado en aquella Comisión era musulmán y representante de la Commonwealth británica. Checoslovaquia y Yugoslavia, miembros del bloque soviético, podían mostrar en su historia una larga tradición antijudía. Los representantes de Sudamérica; Uruguay, Perú y Guatemala; cabia la posibilidad de que se dejaran influenciar. Sólo a Suecia y a Holanda se las podía considerar perfectamente imparciales.
Este comité acompañó a la UNESCOP en su viaje de inspección e investigación por Palestina y mostró con orgullo sus conquistas en el aspecto de roturación de terrenos, de rehabilitación de los sin hogar, exhibía los progresos de los kibbutz, las fábricas y las ciudades que habían construido.... A los delegados de la UNESCOP les impresionaba profundamente el tremendo contraste que se notaba entre la comunidad judía y la comunidad árabe.
Ben Gurión, Weizmann y los demás dirigentes de la Agencia Judía defendieron con gran tino la moralidad y la justicia de la causa judía.
En el bando de los árabes, en cambio, el Alto Comité Árabe, a remolque de la familia Husseini, promovía manifestaciones de hostilidad contra las Naciones Unidas. A la Comisión se le negó la entrada en muchas de las ciudades árabes, donde las condiciones de trabajo en fábricas y talleres eran tan míseras y primitivas que revolvían el estómago. Cuando empezaron las investigaciones formales, los árabes, oficialmente, les hicieron el vacío.

A finales de agosto de 1947, la UNESCOP anunció desde Ginebra su plan:

" Propugnaba la partición de Palestina en dos entidades separadas: una para los árabes y otra para los judíos
" Jerusalén quedaría convertida en un territorio internacional.
" Se reanudaría inmediatamente la inmigración de judíos procedentes de los campos de desplazados de Europa
" Los judíos podrían volver a comprar tierras.

La Agencia Judía y los sionistas de todo el mundo anunciaron que aceptaban el compromiso, aunque aquel arreglo era una monstruosidad.
Los árabes se negaron a aceptar y dijeron que la partición significaría la guerra.


El Comité Central aprobó por mayoría simple el reparto y sometió el plan a la aprobación de la Asamblea General.
De pronto, los cuatro grandes, los poderosos, abandonaron a los judíos:
1. Francia.- El malestar cundía entre los árabes de las colonias francesas de Marruecos, Argelia y Túnez. Si Francia votaba por la partición, su voto podía ser el fulminante que provocase un estallido entre ellos.
2. La Unión Soviética.- Los rusos se hallaban empeñados en un programa destinado a suprimir el judaísmo por medio de un proceso abrasivo lento.
3. Estados Unidos.- Votar en pro de la partición, significaría desairar públicamente a Gran Bretaña, porque esta todavía dominaba el Oriente Medio
4. Gran Bretaña.- los británicos pensaban que el organismo internacional no encontraría una solución, por lo cual les rogaría a ellos que continuaran en Palestina.

Bélgica, Holanda y Luxemburgo se doblegaban a las imposiciones de los ingleses. Otros pequeños países con los cuales contaban los judíos empezaban a echarse atrás.
los asiáticos se pondrían de parte de los árabes como un gesto dirigido contra las potencias occidentales, expresándoles el odio que sentían hacia el imperialismo colonial y como prueba de que aceptaban la tesis árabe de que los judíos eran los representantes del Occidente en una parte del mundo donde no tenían nada que hacer.
Grecia tenia una profunda antipatía a los árabes, pero en Egipto vivían 150.000 súbditos griegos. Y Egipto hizo saber, con dolorosa claridad, cual seria el destino de aquella minoría si los griegos votaban por la partición

Por fin, en el mes de noviembre de 1947, empezó a producirse "El Milagro de Lake Succes". Primero vio la luz una declaración, expresada en términos cautísimos, de los Estados Unidos apoyando el principio de la partición. Luego la Unión Soviética realizó uno de sus asombrosos cambios de frente y se declaró en pro de la partición.
Al fin, el viernes, 29 de noviembre de 1947, día de la votación, el mazo golpeó la mesa y se abrió la sesión en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En último análisis, los judíos habían conseguido una victoria aplastante.
El resultado final fue: 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones

En los labios de los árabes estallaba como un trueno el grito de:
"¡Muera Judea! ¡Muerte a los judíos!".





Regreso al contenido | Regreso al menu principal